Algunos todavia esperamos que El Perú se independice de verdad

martes, 30 de octubre de 2007

¿Para quién Juega la Cancillería?


Ayer apareció en el diario Perú 21 unas declaraciones del ministro de asuntos exteriores ¿del Perú?, el Señor Belaúnde, señalando que mientras que se respetase al Perú, este no se opondría al, cada vez más cercano todo sea dicho de paso, acuerdo entre Chile y Bolivia, sobre una salida soberana al mar para Bolivia por el puerto de Arica.

A veces me pregunto de veras, para quién juega el ministerio de asuntos exteriores del Perú. Uno no puede echar la culpa a Chile de jugar sus cartas sobre política exterior, cosa que por cierto siempre ha hecho de una menara muy eficiente, ni tampoco que Bolivia haga lo propio, pero la verdad es que contemplar la pasividad del Perú ante dichos movimientos es poco menos que alarmante.

Creo que en este punto merece la pena detenerse un poco y analizarlo con profundidad y siguiendo la lógica del ministerio del exterior.

Dice el máximo responsable de la política exterior peruana que “no se opondrán a una salida soberana de Bolivia al mar por territorio que antes fue peruano, siempre y cuando se le consulte al Perú primero. ¿No esta el Perú dando de facto una respuesta ya?, es decir ¿no esta diciendo, poco más o menos, si me preguntan, diré que si, que no hay problema? ¿Entonces para que peguntar, si ya esta tácitamente aceptado tal acuerdo?

No ocultare mis reparos a una salida Boliviana al mar, el Perú perdió en la guerra del pacifico territorios al igual que Bolivia, y el pedido de esta última de una salida soberana al mar es tan absurdo como si Austria (que a la sazón perdió su salida al mar después que Bolivia) reclamase en estos días una salida soberana por lo que antaño fueron sus territorios, es decir, Venecia, el Tirol, u otro territorio italiano. Estas reivindicaciones son, amen de anacrónicas, totalmente desatinadas. Señores lo que se perdió se perdió, y punto, no hay mas vuelta que darle, aun así, si Bolivia quiere una salida al mar puede tenerla, no hay problema en que la tengan por Mejillones o Antofagasta, claro que eso a Bolivia no le interesa.

Ya durante la guerra del pacifico hubo acercamiento entre Chile y Bolivia para entregarle a este último Arica si se unía a Chile en la lucha contra Perú, y aun así el Perú sigue diciendo que Bolivia es un país “hermano”, alguien debería decirles a los señores de asuntos exteriores que en diplomacia no hay “hermanos” sino vecinos.

Las consecuencias de una salida al mar soberana en Arica por parte de Bolivia serian nefastas para las aspiraciones peruanas, primero porque ya no habría lugar al reclamo en la haya sobre la delimitación marítima ya que en el sur Perú no limitaría con Chile sino con Bolivia, por lo cual cualquier reclamo sobre soberanía marítima quedaría en papel mojado ya que no seria Chile el país limítrofe sino Bolivia.

El segundo punto a tener en cuenta es ¿qué le debe Perú a Bolivia?, en la guerra del pacifico enviaron 3000 hombres y luego se ocultaron en su propio país dejando al Perú luchar una guerra que no era suya, es decir, le dejo en el más completo abandono MIENTRAS NEGOCIABA UNA PAZ CON CHILE, para mas información uno puede referirse a los excelente libros de Tomas Caivano sobre la guerra del pacifico.

Por ultimo, Perú sigue admitiendo el reclamo “ilegitimo” a mi modo de ver de Bolivia, mientras que estos y su aliado Chávez inundan con cada vez mas desparpajo y descaro todas las provincias que pueden con sus casas del “ALBA” o “alternativa bolivariana para hacerme con el control de América latina”, es decir, como siempre, y eso no es culpa de nadie mas que del Perú, los demás sacan tajada y es el Perú el que recibe los golpes, sin quejarse y con una inacción digna de toda censura.

En definitiva luego vendrán los lloros, las quejas, las frases grandilocuentes sobre lo grande que era el Perú y cuanto territorio ha perdido o cedido, cuando la verdad es que durante la mayor parte de su historia el Perú ha jugado siempre en su propia contra, ha descuidado sus obligaciones y en lo que a política exterior se refiere, se ha metido, si se me permite el termino futbolístico, mas de un “autogol”.

Leopoldo José Pila Brieva

La Lacra del Racismo


Con tantos proyectos entre manos tenía el blog un poco, bueno, más bien totalmente, abandonado, otros menesteres requieren mi completa atención, pero dos noticias de los últimos días me han hecho retomar este medio de expresión para dejar constancia de lo que opino.

El primero de ellos, y es el primero porque a mi entender es el mas importante son las ultimas denuncias sobre violencia racista en mi país de origen, España.

Siempre he luchado contra esta lacra en cualquiera de sus formas, tanto aquí en Perú como en España cuando residía allí.

El racismo es, en cualquier parte del mundo donde se encuentre, la máxima expresión de la ignorancia y la cobardía, la evidencia palpable de que hay gente que aún no entiende que vivimos en un mundo en el que las fronteras tienden a desaparecer, y si alguien no entiende eso, poco se puede hacer.

Digo que es la máxima expresión de la ignorancia, porque este “individuo”, ya que no tiene otro nombre, que agredió a una persona en el metro de Barcelona, simplemente por ser diferente, que no de otra raza, porque estoy seguro que si la persona hubiera sido sueco o norteamericano, o inglés, esta agresión nunca hubiera sucedido. No, no es cuestión de raza, ni siguiera de color de piel, ya que si la ciudadana ecuatoriana hubiera tenido una tonalidad de piel de la llamada “caucásica”, tampoco hubiera ocurrido la agresión. No, es simplemente una expresión de odio, de odio hacia todo y todos, y sobre todo hacia uno mismo, este “individuo” golpeó a una chica que no era de su país, pero en realidad poco le importaba eso, alguien había escrito a sangre y fuego en su menguante cerebro, que los extranjeros, son los culpables de todos los males, que su posible fracaso en esta vida no es en absoluto culpa suya, sino de la gente que llega de otros lugares buscando mejores oportunidades, es decir, estamos ante la máxima expresión de la incapacidad de asumir los fracasos propios y la tendencia creciente en volcarlos sobre los demás, estamos ante el monumento a la ignorancia y la estupidez, pero estos factores no nacen por generación espontánea.

Los que estamos algo mas informados que este “individuo” sabemos que hace unos años España estaba en el último lugar EN EL MUNDO en lo que a tasa de natalidad se refiere, a primera vista puede parecer una apreciación sin importancia, pero alguien debería explicarle a este chico que dentro de unos años, los que pagarán su pensión, su seguridad social y otros beneficios que brinda el “estado del bienestar” serán con toda probabilidad, los hijos de todos esos inmigrantes a los que él desprecia. Alguien debería explicarle que los inmigrantes no quitan el trabajo a nadie, sino mas bien toman el trabajo que los europeos, “la raza superior” como el debe pensar dentro de su minúsculo entendimiento, no se dignan a tomar, les sirven sus pizzas, construyen sus edificios, recogen su basura, trabajos que ahora la mayoría de los europeos consideran como “denigrantes”, alguien debería explicarle a este “defensor de la raza pura” que si su país es la octava potencia económica mundial, tambien lo es gracias a las personas de otros países que trabajan allí, alguien le debería explicar muchísimas cosas a este ignorante.

Pero al igual que se trata de un caso extremo de ignorancia, es al mismo extremo, un caso patológico de proyectar los fracasos personales sobre los demás, intentando eliminar la culpa, el sentimiento de fracaso, achacándolo a elemento exógenos a la persona. Seguramente ese chico este inconforme con su trabajo, si es que lo tiene, o con como es su vida en España, pero no es capaz de ver que la mayor responsabilidad es suya, y solamente suya, es incapaz de la autocrítica, y cuando uno piensa que no ha cometido ningún error, y que todos sus males son culpa de otro, es cuando el germen del racismo y el odio brota libremente, esos son los caldos de cultivo del racismo; la ignorancia y la falta de autocrítica para reconocer los propios errores y carencias.

Caeríamos nosotros en el mismo juego sin no hiciéramos también un ejercicio de autocrítica, y nos creyésemos infalibles, démonos cuenta que el racismo no es un hecho aislado de Europa, ni de España, es un hecho generalizado en todo el planeta y que se da de muy diversas maneras, unas de forma tan evidentes como las captadas por las cámaras de seguridad del metro de Barcelona, y otras no tan obvias pero no por ellos menos dañinas.

Aquí en el Perú tambien hay racismo, y en todas su formas, desde el racismo del blanco hacia el trigueño, o el serrano, o el indígena, hasta la incapacidad de la autocrítica. Cuántas veces no habré escuchado en las charlas a las que he acudido y en conversaciones que la culpa de todos los males del Perú las tiene Chile, o las empresas extranjeras, ese lenguaje tambien es un lenguaje racista e ignorante, y sobre todo falto de lo que a toda sociedad le falta para avanzar hacia un mejor estado, autocrítica, solo reconociendo, observando y estudiando nuestros propios errores, no volcando la frustración sobre otros actores, sino mirando la culpa en nosotros mimos, podremos erradicar de una vez por todas el mal del odio, que inevitablemente lleva al racismo y al miedo.

En definitiva, el germen de comportamientos tan deleznables como los de ese chico, que hace que tener nacionalidad española me de vergüenza, esta dentro de nosotros mismos, en lo mas profundo de nuestro ser, si no luchamos contra eso, si dejamos que la ignorancia, la exaltación de lo nacional como el epítome de todo lo que es bueno, y buscamos en los demás los chivos expiatorios para disculpar nuestras propias carencias, seguramente encontraremos excusas mas que de sobra para odiar a todo el mundo, toda la vida, sin darnos cuenta que, en realidad lo único que hacemos es odiarnos a nosotros mismos.

Leopoldo José Pila Brieva