Parece increíble, aunque a estas alturas muchos ya seamos capaces de creernos casi todo, la inacción de este gobierno y su cancillería ante la intromisión, tímida, pero firme, ese monstruo de adoctrinamiento político, disfrazado de ayuda social a los más desfavorecidos, que es el ALBA.
No quitaré, desde esta tribuna, responsabilidad al actual gobierno sobre la poca atención que presta a los ciudadanos de las zonas más alejadas del país, ciudadanos, recordemos, tan peruanos como cualquier limeño, pero lo más hiriente del caso es que no hay ni un solo pronunciamiento de la cancillería ni de la presidencia de la república, ni de ninguna autoridad competente en el caso, sobre el particular.
Varios presidentes regionales han anunciado ya la creación de sedes del ALBA en sus regiones, incluso hay cierto “individuo”, dizque presidente de la región de Puno, que tiene en su despacho, en lugar de la foto de su jefe de gobierno, la fotografía de Hugo Chávez. Me pregunto a que espera el gobierno para retirarle a ese sujeto la nacionalidad, el cargo que ostenta y embarcarle en el primer avión para Venezuela que parta del aeropuerto, solo con billete de ida, evidentemente.
Recientemente Yehude Simon, presidente de la región Lambayeque, ha anunciado que está en conversaciones para la creación de una “sucursal” de ese monstruo doctrinario en su región, y la ha comparado a cuando se establecieron tropas norteamericanas, evidenciando una total falta de conocimiento sobre política exterior, aunque estoy convencido que más que desconocimiento es un intento de tomadura de pelo. Señor Yehude, para que tropas norteamericanas o del país que usted desee poner como ejemplo, se instalen, o instalen bases en el Perú, necesitan la aprobación tanto del gobierno como del congreso de la república, y ninguna de ambas cosas se están dando en el caso del ALBA.
Está claro lo que ocurre, Hugo Chávez, que mas que parecer un gorila ya comienza a parecer un pulpo, extendiendo sus autoritarios tentáculos por toda Latinoamérica, explota las deficiencias de sus enemigos, y allí donde no están atentos y bajan la guardia, él mete sus sucias manos y comienza la fase de adoctrinamiento político de cara a ganar adeptos para su candidato en las elecciones. Y evidentemente a todos los fascistas reciclados como Ollanta Humala, todos los terroristas reconvertidos en pseudo demócratas, y unos cuantos lunáticos que mas merecerían estar en un sanatorio mental, que en el congreso de la república, como es el caso del señor Abugattás.
Como conclusión, el gobierno debería cerrar todas y cada una de las oficinas del ALBA abiertas en el Perú, y si eso conlleva romper relaciones con Venezuela, pues que así sea, tampoco ganamos mucho con las que tenemos ahora, y más vale no tener relación alguna que tener una mala relación. Además, si el gobierno no actúa ahora, bueno, nos veremos en las elecciones del 2011 con Ollanta Humala u otro fascistoide, recibiendo dinero negro del gorila venezolano, y a punto de hacerse con la presidencia de la república.
Como reza el dicho…”Guerra avisada no mata gente”
Leopoldo José Pila Brieva
